MI ANÉCDOTA:
Cuando tenía 3 años, estaba en mi habitación con mi madre, pero ella me dijo:
-Me voy a la cocina, quédate aquí que las tatas están al lado.
-¡NO! Quédate-dije.
Así que bajó, y yo empecé a llorar e intenté bajar las escaleras pero al segundo escalón… Me caí y empecé a rodar hasta el piso de abajo, y mi madre gritó: -¡¿Qué habéis tirado?! Entonces escucho un llanto, salió de la cocina y era yo.
FIN
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